Descripción: Dirigirse a Montalbán. A la entrada hay una calle a la izquierda que indica el destino a Peñarroyas a 6 Km. aprox. Una vez en Peñarroyas dejar el coche en el aparcamiento señalizado porque no se puede seguir adelante con vehículo. Atravesar el pueblo y comenzar el GR 262. Pasar el peirón y enseguida se alcanza una bifurcación. A la izquierda indica Barranco de la Cingla pero no hay que tomar este camino porque es precisamente el de vuelta. Seguir una ligera subida hacia el Portillo observando los espectaculares paisajes de rodeno rojizo que dan el nombre al pueblo y una vez arriba un poco más adelante se llega a otra bifurcación. Hay que tomar el camino de la izquierda tal como se señala y aquí comienza la ruta trazada sobre antiguos caminos que iban a pueblos cercanos y que en un momento determinado atraviesa zonas con agua y abundante vegetación de forma sorprendente. En su día, a lo largo del camino se desarrollaban tareas de agricultura y pastoreo de los que son muestra el corral de las Umbrías y el corral del Pilón Royo. Una vez pasado éste último se inicia el descenso teniendo a la vista el casco urbano del pueblo hasta alcanzar el peirón y conectar con el camino de inicio.
Desplazamiento: En coche particular
Distancia de Zaragoza a Peñarroyas: 113 km. (Zaragoza – Montalbán – Peñarroyas)
Dificultad: Baja (ruta circular casi plana, con poco desnivel) (9,18 km./3 horas)
Comida: De mochila o en el Hotel-restaurante “Don Cosme” (situado a 3 Km. de Montalbán, en la carretera de a Zaragoza).
Sugerencias: Llevar ropa de abrigo, calzado adecuado, agua y bastones.
Mapa de la marcha
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